sábado, 4 de diciembre de 2010

Condominios Seguros - Eventos Adversos

Otro factor de gran importancia a considerar, en los condominios residenciales, es la posible y no desestimable presencia de los llamados Eventos Adversos, los cuales se pueden definir como aquellos fenómenos naturales o antrópicos (creados o provocados por el hombre) cuya aparición causa alteraciones en lo ambiental, social, y en la vida cotidiana del ser humano. Los Eventos Adversos están divididos en tres grandes grupos: Inundación, Sismos, Incendios. La provocación o intervención que el hombre realice en el medio ambiente, en lo ecológico (del griego Oikos, casa), va a determinar, de alguna manera, la respuesta de la naturaleza en una zona o región determinada, o al mundo entero. Sin embargo, no debemos obviar la aparición de estos fenómenos naturales, en nuestras vidas, y las medidas de prevención que debemos tener en cuenta para mitigar el impacto que los mismos causan a las comunidades.

Es por ello fundamental que como sociedad comencemos a incorporar dentro de nuestro proceso de culturización el tema de los Eventos Adversos, dado que siempre convivimos con ellos, sin darnos cuenta.

Tenga en su casa o apartamento un mini equipo, kit, paquete, bolso, o el nombre que usted tenga a bien asignarle a un morral, maleta o receptor de un conjunto de aperos, fundamentales a la hora que tenga que desalojar su inmueble, por cualquiera de los fenómenos naturales antes mencionados.

Tenga siempre a la mano una libreta con los números telefónicos y direcciones de hospitales y clínicas, Bomberos, Protección Civil, Cuerpos Policiales, Tránsito Terrestre, etc. El kit o morral debe incluir botiquín de primeros auxilios, comida enlatada, destapador de latas, agua potable, radio, linterna, pilas, un pito para enviar señales de auxilio, tensiómetro, entre otras cosas. Téngalo siempre a la mano, para que a la hora de que se presenten estos fenómenos usted esté prevenido.


   Sismos o Terremotos


De acuerdo con la información que presenta la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis, http://http://www.funvisis.gob.ve/), en Venezuela cada día se producen Sismos, los cuales son registrados por este instituto, cuya magnitud normalmente es de baja intensidad, motivo por el cual no nos damos cuenta que los mismos ocurren; pasan desapercibidos, porque su bajo impacto hace que no se noten. Para que nos demos por enterados, éstos deben ser de gran magnitud (terremotos), los cuales nos ponen en alerta de inmediato, porque sentimos que se nos mueve todo de repente. Por lo tanto debemos aprender a tomas medidas al respecto, ya que la posibilidad de sobrevivir a un Terremoto dependerá, en gran parte, de la prevención que se tenga o haya tenido al ocurrir el movimiento sísmico.

Antes del Terremoto (Prevención)

Ya usted debería estar preparado (a) con un plan de contingencia que le permita precisar las acciones a realizar por cada integrante de su familia. El plan debe incluir la selección de un sitio abierto y seguro donde acudirá con sus familiares y/o allegados después del sismo. Verifique siempre dónde se encuentran sus familiares. Coloque las llaves en una repisa cercana a la puerta de salida, que le permita un rápido desalojo del inmueble. Identifique en su casa o apartamento los sitios más seguros para protegerse usted y los suyos, a la hora de ocurrir un terremoto. Procure no tener objetos pesados en sitios altos como armarios, bibliotecas, vitrinas, etc., para que a la hora de los temblores no caigan encima de usted o algún miembro de la familia.

Durante el Terremoto

Reaccione con serenidad y tranquilice a las personas que estén a su lado. Procure no separarse de su familia. Si está bajo techo, protéjase debajo de una mesa, escritorio, o cama resistente; si estos objetos se desplazan con el movimiento del piso, muévase con ellos; recuerde que pueden caer objetos pesados, por lo tanto protéjase bien y a los suyos. Si no hay muebles para protegerse, ubíquese debajo de una viga, al lado de una columna, o en una esquina interna de la edificación en posición fetal. Si está en su apartamento, aléjese del balcón y paredes externas. Retírese de ventanas, espejos y puertas de vidrio.

Después del Terremoto

Active el plan de contingencia o de emergencia. Al finalizar el sismo, desaloje la casa o el apartamento; acuda al lugar previamente establecido, tal como se indicó líneas arriba. Al desalojar lleve consigo el kit o morral preparado, previamente, con todo lo necesario para situaciones de emergencia. No use el ascensor, porque puede quedar atrapado. Desaloje por las escaleras, no por el ascensor. Encienda la radio para escuchar las noticias de las autoridades. Procure no caminar descalzo. Preste atención a los escombros que pisa, y tenga cuidado al moverlos, ya que podrían estar soportando estructuras que se pueden caer. Colabore en el rescate y atención de los heridos.

Aléjese de construcciones que se pueden derrumbar. Al regresar a casa no encienda fósforos, velas, ni yesqueros, ya que existe la posibilidad de escapes de gas. Desconecte los servicios de gas, agua y electricidad. Recuerde tener a mano la libreta con los números telefónicos de las autoridades de salud, bomberos, administración de desastres, policiales, etc.


Incendios


Se presentan cuando uno o varios materiales son consumidos de forma incontrolable por el fuego, generando pérdida de vidas y/o bienes. Para que se produzca el fuego sólo hacen falta tres elementos: el combustible o material combustible (madera, papel, gasolina, etc.), el oxígeno (o transferencia de aire), y la fuente de calor (fósforos, velas, cigarros, un corto circuito, otros). Las causas de un incendio son múltiples. Pueden ir desde el uso inadecuado de estufas o cocinas, y el no mantenimiento de instalaciones eléctricas, hasta cigarrillos mal apagados. Un pequeño incendio puede transformarse en uno fatal en pocos segundos. En minutos, una casa, un apartamento, o un edificio, se pueden llenar de espeso humo negro, y caer envueltos en llamas. Esto debemos evitarlo, y es por ello que debemos tomar, tal como se señaló en el punto anterior, las medidas al respecto.

Antes del Incendio (Prevención)

Evite que se forme el triangulo (aire, calor, combustible) de fuego: Si logramos evitar que los materiales combustibles (gas propano, papeles, ropa, vegetación, otros), con los que vivimos, tengan contacto con una fuente de calor (cortos circuitos, velas, fósforos, pólvora, etc.), los incendios no ocurrirán. En todo caso, es indispensable contar con los extintores de diferente tipo, disponibles y debidamente cargados; y sobre todo, saber cómo usarlos. Los líquidos inflamables (gasolina, alcohol, kerosene, etc.) deben mantenerse en recipientes cerrados y en lugares alejados de toda fuente de calor. Tenga cuidado al manipular cocinas de gas. Cuando el adulto salga de la casa, debe evitar dejar a los niños encerrados. Al salir de casa, asegúrese de que no ha quedado nada encendido (cocina, bombillos, aires acondicionados, otros), ni enchufado (cocinas eléctricas, planchas, etc.). No cargar los enchufes con gran cantidad de conexiones simultáneas. No jugar ni permitir que los niños jueguen con fuegos artificiales. No arroje cerillos y cigarros encendidos a los cestos de basura.

Evite fumar en áreas restringidas. Notifique la presencia de fugas de gas o derrames de líquidos inflamables. Identifique las salidas de emergencia, así como los teléfonos de servicios médicos y bomberos más cercanos. No olvide tener siempre en cuenta el kit o morral, mencionado en el punto anterior, con los aperos necesarios a la hora de tener que evacuar el inmueble afectado. Identifique rutas de evacuación desde cada pieza de la casa. Mantenga las puertas y ventanas libres de muebles u otros objetos, que puedan bloquear la salida. Mantenga en buen estado todos los electrodomésticos. Mantenga aislada la plancha mientras se calienta y enfría; desenchúfela si debe interrumpir el planchado. Reemplace los cables en mal estado y no cubra los cables con la alfombra. Mantenga ordenada su casa. Tenga especial cuidado con los útiles de aseo, ya que son inflamables. No utilice jamás bencina como limpiador. Ponga alarmas de humo en cada piso de su casa y especialmente en la zona de los dormitorios. Verifique en las instrucciones que la alarma se active en caso de desgaste de la batería. Pruebe las alarmas periódicamente. Tenga un extintor manual en su hogar. Mantenga instalada una manguera larga de jardín, que le permita cubrir todos los sectores en caso de fuego. Establezca un lugar de encuentro fuera de la casa, de modo de identificar a todos los miembros de la familia rápidamente.

Durante el Incendio

En caso de humo, gatee hasta la salida y tápese la boca y nariz con una toalla mojada; recuerde que el humo siempre busca salir por las partes altas, por eso debe salir gateando. Si está oscuro o es de noche, utilice una linterna (no velas) para la evacuación. Trate de llevar consigo un extintor al evacuar, para abrirse paso. Si está en un edificio no utilice los ascensores; salga por las escaleras. Toque las puertas antes de abrirlas; las puertas se deben tocar con el dorso, no con la palma de la mano. Si la puerta está caliente, no la abra y use una salida alternativa. Cierre las puertas a su paso, de modo de aislar el fuego y disminuir la cantidad de oxígeno. Si sus ropas, las de un familiar, o amigo, se prenden, no corra; deténgase de inmediato, tírese al suelo, cúbrase el rostro con las manos y ruede rápido hacia atrás y adelante, hasta extinguir las llamas; en este caso, por favor, no corra para que no se aviven las llamas; ruede, ruede, ruede, hasta que se extinga el fuego.

Si el humo y el fuego han invadido las escaleras de su edificio y es imposible salir: remueva las cortinas y otros materiales combustibles de las ventanas y balcones de su inmueble; cierre la puerta, abra las llaves de agua, y acumule toda el agua que sea posible; moje toallas, frazadas u otra ropa; colóquelas por dentro de las puertas tapando las juntas; manténgalas húmedas. Sólo en caso de necesidad abra las ventanas; alerte de su presencia a través del teléfono o con un paño llamativo en la ventana; alerte al resto de las personas en el edificio, y llame a los bomberos a la brevedad, aún en casos de incendios aparentemente pequeños. No vuelva a entrar a un edificio en llamas; no intente recuperar las cosas de valor, la vida es lo más importante. Repito: si el ambiente está lleno de humo, salga gateando; gatee, gatee, gatee, hasta salir de la zona del humo o incendio. Si su ropa se está quemando, ruede, ruede, ruede, hasta que se extinga el fuego de su cuerpo.

Después del Incendio

Reúnase con su familia, vecinos o compañeros. Procure estar tranquilo, y tranquilice a los que estén nerviosos. Si tiene quemaduras leves, echar sólo agua fría; limpie la parte más afectada durante unos minutos nada más. No aplique nada en la quemadura antes de consultar un médico. No reviente las ampollas de las quemaduras, ni desprenda trozos de ropa pegados a las quemaduras, puede ser peor. Aléjese del lugar del siniestro; no regrese al lugar del Incendio hasta que las autoridades lo permitan, y para no entorpecer las labores de los grupos especializados en atención de emergencias.

La autoridad ideal para el combate y control de incendios son los Bomberos. No regrese al inmueble, hasta recibir indicaciones de ellos; si los bomberos le autorizan a seguir ocupando su hogar, evalúe si es posible hacerlo considerando los daños sufridos. Rescate la documentación importante que pueda. Efectúe una revisión de la luz, agua, gas y teléfono, tomando las precauciones indicadas en inspección de servicios básicos.

Cómo usar un Extintor:

• Desmóntelo de su base; sujételo de la manilla y manténgalo en posición vertical.

• Transpórtelo en posición vertical.

• Colóquelo en el piso, a una distancia prudente del incendio.

• Hale el perno de seguridad.

• Dirija la manguera a la base del fuego, apriete la manija y haga un movimiento de vaivén para barrer el fuego.

• Acueste el extintor cuando esté vacio.

• Cerciórese que el fuego esté completamente apagado.


Inundaciones

Las inundaciones normalmente se producen por desbordes de ríos, debido a intensas lluvias o deshielos. La mejor protección en caso de una inundación grande es abandonar el área a tiempo, y buscar refugio en una zona alta. Una inundación puede ser extremadamente peligrosa; por tal motivo se debe tener prudencia y obediencia a la hora de advertir la posibilidad de que este fenómeno se produzca. Un automóvil puede ser arrastrado por agua en movimiento. Por eso, las personas deben abandonar el auto rodeado por las aguas, y buscar refugio en un lugar alto. Hay casos en que las inundaciones se producen en forma casi instantánea, llegando a su nivel más alto en sólo algunos minutos.


Cuando hay intensas lluvias, en un breve período de tiempo, estas aguas pueden ser muy rápidas, y es posible que alcancen una altura considerable y su fuerza arrase con árboles, puentes, casas, vehículos, carreteras, y otras construcciones. La mejor opción es, en la medida de lo posible, la prevención que se pueda tener al respecto, en cuanto a no habitar zonas con altas probabilidades de ser inundadas.

 Antes de la Inundación (Prevención)

Aunque al igual que en el caso de los terremotos, el fenómeno de la inundación también se puede presentar de repente; no obstante, comparando los dos, las inundaciones pudieran preverse, más no así los terremotos. Por lo tanto, las medidas de prevención son factor común para los tres eventos que se han reseñado aquí. Recuerde tener siempre preparado el famoso kit o morral de emergencia, conteniendo los aperos indicados en los puntos anteriores, tales como primeros auxilios, radio, pilas, alimentos enlatados, etc.

No olvide la libreta con los teléfonos de las autoridades policiales, bomberiles, y de salud. Identifique una ruta de evacuación, y otras vías alternativas, lo más segura posible, para llegar a algún albergue. Investigue si su propiedad está en una zona de posibles inundaciones, o si se ha inundado con anterioridad. Si es así, tenga a la mano materiales de construcción para emergencias; esto incluye madera, láminas de plástico, clavos para madera, martillo y serrucho, palas y bolsas de arena. Instale válvulas de control para evitar el flujo de agua hacia el interior del edificio. Como último recurso, use tapones para sellar los desagües.

Establezca un punto de reunión, por si la familia se encuentra dispersa. Todos en la familia deben saber cómo actuar, cómo cortar el suministro de gas, luz y agua, y los números de emergencia a los que pueden llamar de ser necesario. Ubique los elementos tóxicos (venenos) en gabinetes cerrados y fuera del alcance del agua.

 Durante la Inundación

Mantenga la calma, y transmítales serenidad a los demás; el nerviosismo y la histeria pueden terminar en catástrofe. Si le da tiempo, llene recipientes con agua limpia, por si acaso el agua de la llave llegara a contaminarse. Esté preparado para evacuar su hogar. Escuche la radio o televisión para estar informado de la emergencia, y posibles instrucciones de la autoridad a cargo. Corte la luz, agua y gas, y evacue su hogar si la situación así lo amerita o las autoridades así lo indican. Si es inevitable la evacuación, una vez que esté en el exterior (fuera de su hogar), suba a un lugar alto y permanezca allí.

Evite caminar por aguas en movimiento, puesto que lo pueden hacer caer. Si está en la calle, tenga precaución al caminar sobre agua, ya que las tapas de las alcantarillas suelen salirse debido a la presión, y usted puede caer en dicha apertura; tenga mucho cuidado. Lleve a sus familiares y amigos al lugar previamente acordado (en la Prevención). Repito, busque lugares altos. Tenga un radio de pilas a mano, para que esté atento a las informaciones de las autoridades.
  
Después de la Inundación

Manténgase en el sitio ubicado para su protección. Revise bien a los suyos por si hay heridas; de haberlas, haga uso del kit de primeros auxilios. Escuche la radio para obtener información sobre la emergencia, y posibles instrucciones de las autoridades a cargo. Vuelva a su hogar sólo cuando sea seguro o las autoridades así lo indiquen. No entre a los edificios si todavía hay agua alrededor. Cuando entre a un edificio, hágalo con cuidado: use zapatos gruesos y linterna de pilas. Revise las paredes, suelos, puertas y ventanas para asegurar que el edificio no está en riesgo de colapsar.

Tenga cuidado con los animales que puedan haber arrastrado las aguas. Esté atento a planchas o pedazos de techo que puedan caer. Tome fotos del daño, tanto de la casa o apartamento, como de los bienes que se encuentran en los mismos, para el caso de reclamar ante las empresas de seguros. Inspeccione los cimientos para detectar grietas u otros daños. Efectúe una revisión de la luz, agua, gas y teléfono, tomando las precauciones de rigor. Esté atento a riesgos de fuego, cañerías rotas, escapes de gas, circuitos eléctricos inundados, electrodomésticos sumergidos, líquidos inflamables o explosivos.

Bombee gradualmente el agua de los subterráneos inundados (aproximadamente un tercio del agua por día), para evitar daño estructural. Repare las instalaciones sanitarias lo antes posible, ya que dañadas son un riesgo para la salud. Deseche la comida, aunque sea enlatada, que haya estado en contacto con el agua de la inundación. Hierva el agua que va a beber. Ayude a las personas heridas o que han quedado atrapadas. Si hay lesionados, pida ayuda de primeros auxilios a los servicios de emergencia. Ayude a sus vecinos que tengan familiares de edad avanzada, impedidos o niños pequeños.

Recuerde que los bienes materiales se pueden recuperar, pero la vida no. Sea precavido.


Qué hacer en los Condominios

En los Condominios, las medidas de prevención son de capital importancia ya que de las mismas depende la preservación de la vida del edificio (su estructura), y de los habitantes del mismo. Las Juntas de Condominio o los Administradores de Condominio (si los hubiere) deben estar atentos ante la aparición de los inevitables fenómenos naturales que puedan alterar las condiciones estructurales del inmueble, y la vida cotidiana de sus residentes. Es por ello de vital importancia estar bien informado al respecto, para a su vez informar a la comunidad acerca de cómo proceder en caso de aparición de uno de los eventos señalados anteriormente.


De no haber en el condominio, o en la comunidad, alguna persona que conozca o maneje la información relacionada, es importante acudir al Cuerpo de Bomberos de la localidad para recibir información al respecto; se les puede invitar al edificio o al conjunto residencial para que dicten charlas o talleres informativos relacionados con el tema.

El Cuerpo de Bomberos también nos puede apoyar en la elaboración de lo que se denomina Mapa de Riesgo, que no es más que la representación gráfica (croquis) del edificio o conjunto residencial, donde se indica entradas, salidas, las cosas que contiene, lo que rodea a ese inmueble, vías de escape, y puntos vulnerables. Esta herramienta es fundamental porque permite aplicar los correctivos a tiempo, y evitar a futuro posibles desastres.

Si la Junta de Condominio o el Administrador (si lo hubiere) no están en capacidad de realizar una evaluación al edificio o al conjunto residencial, para evitar que surjan posibles siniestros desde el interior de las residencias, acuda al Cuerpo de Bomberos para que apoyen a la Junta en esta labor. Solicíteles que por favor les ayuden a evaluar toda la planta física que concierne al edificio o conjunto residencial, pero hágalo ya, a tiempo; no se descuide, porque mañana puede ser tarde.


Qué evaluar?

Se debe evaluar la planta física del edificio, las tuberías de aguas blancas, el cableado del edificio, los desagües o drenajes (alcantarillas) del edificio; si estos últimos están llenos de tierra o basura, proceder a limpiarlos de inmediato. También se debe evaluar las condiciones del suelo (piso o pisos) del edificio, por si tienen grietas o roturas; si es así, proceder de inmediato a taparlas o realizar el trabajo pertinente, ya que las lluvias buscarán penetrar estas grietas o roturas. Revisar los aires acondicionados cuyos drenajes estén cayendo en ciertas zonas de las paredes o estructura del edificio, con riesgo de debilitamiento de la estructura. Lámparas de emergencia. Alarmas contra incendios. Extiguidores (rociadores de agua) de fuego.

Evaluar, además, las condiciones de los estacionamientos, salones de reuniones (o de fiestas), jardines, parques (de haberlos), escaleras, barandas, pasillos, paredes, ascensores, cuartos de basura, maleteros (de haberlos), rampas, techos, azoteas, terrazas, puertas de acceso, portones, rejas, etc.; también la (o las) conserjería (s). En fin, todos los bienes comunes que pertenezcan al condominio, edificio o conjunto residencial.


Qué corregir?

Sencillamente todas las anomalías detectadas en la evaluación. Las mismas hay que atacarlas a tiempo y no darle largas, para evitar males mayores a futuro.

Es por ello fundamental que la Junta de Condominio o el Administrador (si lo hubiere) realicen una eficiente gestión de cobranza, para que el condominio cuente con los fondos suficientes para hacerle frente a los mantenimientos que sean necesarios.

La comunidad de propietarios (todos los propietarios) debe estar muy consciente de la importancia de pagar a tiempo y sin dilación el condominio, porque cualquier desvío hacia la morosidad, limitaría la posibilidad de acometer cualquier corrección que requiera el edificio o conjunto residencial. Si existe un Fondo de Reserva, puede hacerse uso de éste o una parte del mismo, para enfrentar situaciones de mayor envergadura que se requiera en un momento determinado, como hundimiento de algún piso, rotura mayor de tuberías de gas o de aguas, reemplazo de cables dañados, canalizaciones de aguas servidas, reparación mayor de un ascensor, reparación de las lámparas de emergencia, recarga de los extintores, reparación de los rociadores de agua para incendios, etc.

Recuerde que todos (Propietarios, Junta de Condominio, Administrador, Conserje) están involucrados en el mantenimiento y cuidado del edificio. Por lo tanto, es deber de todos proteger los bienes que pertenecen al mismo.

Los lineamientos aquí señalados, son en términos generales. Cada Junta de Condominio o Administrador debe adaptar las evaluaciones necesarias a su residencia.

Es deber de toda persona interesada en estos temas, buscar y ampliar la información al respecto. Mientras más conocimeintos se tenga de estas materias, mayor capacidad de respuesta se tendrá a la hora de presentarse cualquier Evento en la vida cotidiana.





 

miércoles, 5 de mayo de 2010

Condominios Seguros - Seguridad en los Condominios y Seguridad Personal



Aunque hablar de Seguridad (o Inseguridad) personal es un tema harto conocido por todos los que habitamos este hermoso país, no dejamos de escandalizarnos por las altas tasas de criminalidad que semanalmente informan los medios masivos de comunicación, y de otro tanto que nos enteramos a través de los comentarios que hace el común de las personas con las que a diario interactuamos. Lo asombroso es ver cómo avanza día a día este terrible flagelo de la delincuencia, que como un monstruo devorador va consumiendo la vida de muchos venezolanos productivos para el país.

Hoy día la delincuencia es un factor desencadenante de stress en un altísimo porcentaje de personas, provocando síntomas de ansiedad, angustia, depresión, y algunas neurosis, como la paranoide. No es para menos, si bien hace 25, 30 o 40 años atrás los venezolanos no imaginábamos atravesar por situaciones que este tremebundo mal nos hace padecer en la actualidad.

También es conocido por todos la escasa población policial, en comparación con el ejercito conformado por las fuerzas delictivas, considerando, no obstante, el hecho de que existen funcionarios policiales que han sido contagiados por este cáncer social llamado delincuencia. Aún así, y actuando en el deber ser, se debe mantener la actitud de Denunciar; sí, ante las infracciones de las leyes, y las comisiones de delitos, hay que Denunciar.

Por otra parte, tenemos un débil sistema judicial y unas normas jurídicas que dan a entender que todo está a favor del delincuente, y en contra del ciudadano común y corriente, trabajador, y familiar. Este es el caso del Código Orgánico Procesal Penal (COPP). A juzgar por el clamor del colectivo, es tácito el hecho de que esta norma debe ser reformada sustancialmente, de tal manera que se cumpla el deber ser; es decir, se castigue el delito y el delincuente, y se proteja a la ciudadanía.

Mientras no se produzca la reforma profunda y concienzuda del COPP, se depuren algunas gendarmerías, y aumente la población policial, es por demás sano que la ciudadanía adopte algunas medidas orientadas a la Prevención del Delito, para proteger sus bienes y salvaguardar sus vidas.

Medidas de Prevención
Los edificios, conjuntos residenciales o conjuntos de viviendas, no escapan del hecho delictivo; por lo tanto, como primer paso, es fundamental que los vecinos se conozcan e interactúen (se acerquen más), aumentando el nivel de confianza y comunicación, para que puedan cuidarse entre sí. De más está decir que no se debe abrir la puerta del apartamento o casa, a extraños; si es posible, responderles o atenderles del lado de adentro, pero sin abrir la puerta. Esto parece exagerado, pero se debe recibir personas que previamente hayan confirmado su visita, o servicios que previamente se hayan contratado.

Antes de abrir la puerta del apartamento o casa, para salir a la calle, asómese primero por el ojo mágico, para cerciorarse de que no haya extraños en el pasillo. Aunque parezca tedioso, es mejor hacer esto que llevarse una sorpresa al salir.

Recuerde que la observación y el fijarse en los detalles son herramientas aliadas en la prevención del delito. Si tiene que dirigirse al estacionamiento del edificio, esté muy atento(a) a los elementos del entorno; observe bien antes de abordar su vehículo, procure darle una mirada rápida al automóvil; si todo está bien, súbase, enciéndalo y salga a su destino. Esté muy alerta al acercarse a la salida o puerta del estacionamiento; fíjese que no estén allí individuos extraños o sospechosos; si algo le parece raro, devuélvase y avise a la policía. Es mejor pedir perdón, que pasar el peor momento de su vida. Si todo está bien, una vez haya salido, manténgase alerta mediante la observación, y siga su camino.

Estando en la calle, esté alerta en los semáforos; fíjese bien dónde va a estacionar; si tiene que esperar a alguien, no lo haga dentro del vehículo: no se convierte en presa fácil para el hampa. Si usted está armado, no deje el arma dentro del automóvil: no arme a los delincuentes. No permita que le pongan calcomanías que identifiquen el sitio donde usted vive, sea este una urbanización o conjunto residencial, ya que le está informando al público cuál es su lugar de residencia. Una vez realizadas sus gestiones en la calle, al regresar a su edificio, conjunto residencial o conjunto de viviendas, tome las mismas medidas que cuando salió; al ingresar al estacionamiento, observe muy bien el entorno; una vez dentro del mismo, revise bien el área, mediante la observación, si todo está normal, estacione su vehículo; si algo le parece extraño, devuélvase y avíse a la policía; no se arriesgue.

Si va a salir del edificio o conjunto residencial, a pié, tome medidas similares a las anteriores. Observe detenidamente el recorrido que realiza, para estar seguro de que puede salir sin dificultad. Una vez en la calle, observe bien el entorno y avance; no se distraiga en la calle. Si va hablar por el celular, hágalo sin distraerse; caso contrario, busque un sitio que usted considere seguro para hablar por ese medio; no camine distraído y cabizbajo leyendo o enviando mensajes, por el celular; de esta manera se hace presa fácil del hampa; busque un sitio seguro si necesita enviar o responder algún mensaje telefónico, que no pueda esperar.

Recuerde: observe y detalle. Hoy día el delincuente no tiene un aspecto determinado. El modelo de delincuente mal vestido, quedó en el pasado. Por eso es importante la observación; observar el comportamiento, las manos, los ojos, gestos, etc.. Si ve personas sospechosas, trate de mantener la distancia; evite que una persona extraña cierre el espacio entre usted y él; mantenga la distancia. Cambie de acera de ser necesario. Es un enfoque errado pensar que nunca le va a pasar a uno un hecho delictivo.

Trate de cargar dinero separado; si lo atracan, no se lo llevan todo, y usted puede movilizarse con una reserva. No se descuide. La mejor medida es actuar en forma preventiva, para evitar hechos desagradables. Si en la calle se siente perseguido, busque módulos de vigilancia o módulos policiales; en todo caso, sitios seguros. Si usted ve que la agresión es inminente, grite; no se averguence; recuerde que su vida es más importante que la pena. Grite fuego!, fuego!; o me roban!, me roban!, terremoto!, terremoto!. Deje la pena a un lado. Si el hecho delictivo es inevitable, conserve la calma, entregue lo material; primero está su vida. Tenga en cuenta que el delincuente está tan nervioso como usted; no lo provoque, mantenga la calma.

Por ello es importante que cuando esté en la calle, no cuente dinero en público; no exhiba joyas; no le suministre a desconocidos información suya: dónde vive o dónde trabaja, cuánto gasta, mucho menos las cosas que hace a diario; es decir, su rutina. La rutina debe aprender a variarla: no salir siempre a la misma hora, por la misma calle o avenida; no regresar siempre por el mismo sitio. Si tiene perros, no los saque del apartamento a las áreas comunes del edificio o conjunto residencial a la misma hora, todos los días, ni los lleve al mismo sitio. Recuerde que lo repetitivo lo aprende cualquiera que medianamente lo esté o la esté observando con frecuencia.

De regreso al edificio o conjunto residencial, debe tomar las mismas medidas que cuando salió.

Retomando el tema de la Seguridad en los Condominios, ante el fenómeno desbordado de la delincuencia, es conveniente que las juntas de condominios convoquen a alguna Asamblea (extraordinaria) de Propietarios, para definir algunas acciones a seguir para el resguardo de los residentes del edificio o conjunto residencial o de viviendas. Si es un conjunto residencial con vigilancia, es importante definirles a estos guardianes sus funciones al respecto; ellos podrán saber de custodia y seguridad, pero la junta de condominio es la que mejor conoce las necesidades de las residencias o edificio, y el entorno en general. Por ello es fundamental recalcarles a los vigilantes la importancia del control de acceso; preguntarle a los extraños a dónde van, y corroborar esta información con el propietario que se supone está esperando la visita.

Los intercomunicadores – donde los haya – deben estar en buen estado. Recuerde que los avisos a tiempo son prevención, y de eso se trata, precisamente, para evitar caer en manos del hampa. Las juntas de condominios deben procurar que los vigilantes que contraten tengan comunicación directa (vía radio o por otro medio) con los cuerpos policiales. Esto es imprescindible, ya que ante cualquier hecho que altere la tranquilidad del edificio, que se convierta en la presunción de un hecho delictivo, se debe llamar a la policía.

En aquellas residencias donde no exista vigilancia privada, es deber fundamental de las juntas de condominios que mantengan contacto con los cuerpos de seguridad, vía radio, teléfono celular, u otro medio. La colocación de cámaras de video sería de gran ayuda, en tanto en cuanto exista(n) la(s) persona(s) que se encargue(n) de revisar estas grabaciones. Esto ya es un asunto particular de una u otra junta de condominio que así lo decida.

Un sistema de comunicación intravecinal, ante la sospecha de algún hecho delictivo, puede ser a través de toquidos o golpes en las paredes, techos o pisos, que alerte a los vecinos; el uso del pito también puede ser un alerta. Por eso es fundamental que los residentes mantengan una buena comunicación.

La actuación del Conserje, en cuanto a prevención se refiere, es de suma importancia; si bien, una de sus funciones principales, de acuerdo con el artículo 282 de la Ley Orgánica del Trabajo, se orienta hacia la custodia del inmueble, su observancia del acontecer diario en el condominio, genera información útil para tomar las medidas preventivas ante posibles hechos delictivos, ya que este(a) trabajador(a) puede reconocer y alertar a la comunidad acerca de la presencia de sujetos desconocidos, o situaciones fuera de orden en las áreas comunes como pasillos, estacionamientos, jardines, etc.. Recuerde: llame a la policía ante situaciones extrañas en su comunidad.

La comunidad de propietarios es una sola. Cualquier irregularidad que note algún vecino, debe alertar al resto de los residentes e informar al servicio de vigilancia (si lo hubiere). No espere a que se complique la situación, llame de inmediato a la policía. No olvide tener a mano los números telefónicos de los cuerpos de seguridad de su localidad.

Tenga en cuenta la siguiente relación:

Delito = 90% Prevención; 5% Reacción; 5% suerte

viernes, 16 de abril de 2010

Recibo de Condominio

La contribución a los gastos comunes que deben hacer los propietarios (o copropietarios) que residen en edificios, conjuntos residenciales, o conjunto de viviendas, bajo el régimen de Propiedad Horizontal, se refleja en un formato llamado Recibo de Condominio.

Este formato debe recoger los gastos causados por el mantenimiento de las cosas comunes de un conjunto residencial o de viviendas, en un periodo determinado, y en el mismo se deben plasmar las erogaciones por concepto de consumo de agua y electricidad del edificio, mantenimiento de ascensores, artículos de limpieza, entre otros. Debe también reflejar el sueldo del personal de conserjería y sus prestaciones sociales. Con relación a estas últimas, la forma de cálculo debe ajustarse al contenido del artículo 108 de la la Ley Orgánica del Trabajo. El apartado para el Fondo de Reserva también debe cargarse a esta relación de gastos.

El Recibo de Condominio consta básicamente de tres partes. La primera, o encabezado del formato, debe contener lo siguiente:
  • Identificación o nombre del Edificio o Conjunto Residencial
  • Identificación del Propietario del inmueble, o apartamento
  • Número del apartamento o inmueble
  • Periodo al que corresponde el pago
  • Alícuota (*) del inmueble que se aplica a los gastos comunes (artículos 7 y 26 de la Ley de Propiedad Horizontal)
  • Monto a cancelar
La segunda parte, o cuerpo del formato, contiene la relación de gastos causados durante un periodo determinado (de preferencia mensual). Los gastos que se reflejan en esta parte son los comunes y no comunes (I). Los gastos comunes tipo, fueron mencionados en el párrafo anterior. Los no comunes (se explicarán más adelante) pueden ir relacionados a la par de los comunes, o posteriores a éstos, pero antes del final del recibo de condominio.

La tercera parte, o final del formato, normalmente se utiliza para información general, como por ejemplo el monto del Fondo de Reserva, el de las Prestaciones Sociales del personal de conserjería y de mantenimiento (si lo hubiere), y cualquier otra información de interés para la comunidad de propietarios. Esta última parte también debe reflejar la forma de cancelación del Recibo, que de preferencia debe hacerse con depósito bancario, transferencia bancaria o cheque, cualquiera de éstas, a nombre del condominio del edificio o del conjunto residencial; nunca a nombre de algún miembro del condominio en particular, o persona natural. Si se va a pagar en la oficina del administrador o de la junta de condominio, se recomienda no hacerlo en efectivo.

Una vez elaborado el Recibo, el mismo debe entregársele a cada propietario, para que esté informado de la deuda con el condominio, y para su posterior cancelación, en concordancia con los artículos 7, 12 y 13 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).

De acuerdo con el artículo 14, de la LPH, el Recibo de Condominio tiene fuerza ejecutiva; es decir, ante situaciones de impagos o retrasos en los pagos de algún o algunos propietarios, el administrador o la junta de condominio podrán ejercer acciones legales contra el moroso o los morosos que incurrieran en estos hechos.

Recuerde que los condominios son organizaciones sin fines de lucro, cuyo objetivo es percibir los pagos de los copropietarios para aplicarlos al mantenimiento, conservación y embellecimiento del edificio, para mantener y aumentar la calidad de vida de los residentes. Por eso la importancia de pagar a tiempo el Recibo, ya que la morosidad es un enemigo mortal que atenta contra la conservación de las cosas comunes a todos los propietarios.

(*) La alícuota (art.7 de la LPH) aplicable a los gastos comunes, es un porcentaje que se establece en el Documento de Condominio, en función del valor del inmueble que se posee. Este valor viene dado por la cantidad de metros cuadrados del mismo. Se supone que a mayor cantidad de metros cuadrados, mayor valor. El cálculo de la alícuota se obtiene de dividir el valor de cada inmueble entre la totalidad del valor del edificio o conjunto residencial donde se reside. En otras palabras, se divide el valor de cada apartamento o dependencia, entre el valor total de la comunidad residencial; el resultado se multiplica por cien. Este valor o indicador será aplicable a los gastos comunes causados durante un periodo determinado, reflejados en el Recibo de Condominio.

(I) Los Gastos no Comunes son todos aquellos que no se reparten entre el total de la comunidad de propietarios, sino que se cargan o imputan al propietario o propietarios que lo originen. Ejemplo de ello pudiera ser la filtración de un apartamento que perjudique un área comun como son los pasillos. Si la administración del condominio efectúa estas reparaciones, el costo de las mismas debe ser aplicado al propietario que haya causado tal situación, y debe reflejarse en el Recibo de Condominio de este propietario.

viernes, 9 de abril de 2010

Gastos Comunes

El artículo 5, de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) venezolana, especifica con claridad cuáles son las cosas comunes a todos los propietarios que residen en un edificio o conjunto residencial, extensibles a un conjunto de viviendas, cuyos inmuebles se encuentren bajo el régimen de esta Ley. El artículo 7 señala la contribución que deben hacer los propietarios a los gastos comunes, los cuales se reflejan mensualmente en el Recibo de Condominio.


Es importante tener en cuenta que los aportes que realicen los propietarios para cubrir los gastos comunes del edificio o conjunto residencial, son contribuciuones necesarias para el mantenimiento general de las áreas comunes, tales como ascensores, pasillos, escaleras, jardines, compra de materiales de limpieza, instalaciones eléctricas, remuneraciones al personal de conserjería y al de mantenimiento (si lo hubiere), como lo refiere en el artículo 5, la citada Ley.


Los artículos 12, 13 y 14, de la LPH, expresan claramente la obligatoriedad de los propietarios de contribuir con los gastos comunes que genere el edificio o conjunto residencial, y la responsabilidad por parte del administrador o de la junta de condominio de exigir dichas contribuciones o pagos.


Esto quiere decir que es absolutamente fundamental que los propietarios que viven bajo el régimen de propiedad horizontal, estén conscientes de la importancia que reviste el hecho de pagar a tiempo el Recibo de Condominio, ya que esta acción, por demás responsable, permite a la administración del edificio tener suficientes fondos para acometer el mantenimiento y conservación de las áreas comunes, y las reparaciones que requieran las mismas, de ser necesario.


Recuerde que la morosidad es el cáncer de las comunidades que viven bajo propiedad horizontal. El propietario debe ponerse de acuerdo con el administrador, acerca de la forma de pago; si lo hace directo, en la oficina de la administración del condominio, se debe procurar no hacerlo en efectivo; preferiblemente con depósito bancario o en cheque, cualquiera de las dos opciones, siempre a nombre de la junta de condominio de su edificio o conjunto residencial. Si desea utilizar la modalidad de transferencia bancaria, vía internet, consulte con la administración del condominio al respecto. Si se decide por esta última, se debe tener en cuenta imprimir el comprobante de la operación, preferiblemente en duplicado. Recuerde: no deje de pagar.


Si el propietario tiene observaciones que hacer, con respecto al edificio o al conjunto residencial, reúnase con el administrador o la junta de condominio, coméntele sus inquietudes; de ser posible, páselas por escrito. Lo importante para mantener la armonía y la convivencia en el edificio, es aportar soluciones ante una situación irregular determinada. Lo que no se concibe es que cualquier molestia, que se comunique o no al condominio, termine en rebeldía para no cancelar el recibo de gastos comunes. Este comportamiento perjudica al resto de los propietarios, y por ende al edificio.

viernes, 2 de abril de 2010

Comunidad de Personas y Propiedad Horizontal


Las viviendas son, desde la antigüedad, el cobijo y protección del ser humano. Desde los primeros tiempos fueron construidas para dar seguridad al hombre; para protegerlo de la intemperie. Tener un piso y un techo es sinónimo de tener asiento, de estar enraizado en algo, de pertenecer a un sitio. Por eso los mercados inmobiliarios reciben el nombre de Mercados de Bienes Raíces (o de Bienes y Raíces), porque se refieren a estructuras y propiedades que de alguna manera definen la vida del ciudadano; ya no será más un nómada; ya tiene dónde permanecer, dónde echar raíz.

Los grupos de personas representan ese edificio social que conocemos como Sociedad, donde debemos aprender a respetar las ideas de nuestros semejantes y pensar en un mundo mejor. Las comunidades de personas que integran las áreas comunes o áreas de dominio común (en latín con dominus o condominium, es decir, condominio, propiedad común o propiedad conjunta) tienen la potestad de velar por esos espacios comunes a todos, cuidarlos, protegerlos y responder por ellos.

El concepto de condominio tiene perfecta aplicación en las viviendas o edificios regidos por la propiedad horizontal, la cual denota comunidad de bienes o cosas comunes a los propietarios de las mismas, en el horizonte limítrofe del conjunto habitacional o residencial.

Lo fundamental en la convivencia o interacción vecinal, es el reinado de la cordialidad, el respeto y las buenas costumbres entre los residentes de un inmueble determinado, edificio o conjunto de viviendas.

Un elemento indispensable en la convivencia vecinal es la comunicación. Además de la cordialidad y el respeto, la comunicación es importante; intercambiar números telefónicos y correos electrónicos entre vecinos, estrecha aún más los lazos de vecindad entre ellos; básicamente en estos tiempos donde los actos delictivos han invadido la privacidad de los edificios y conjuntos residenciales, los vecinos deben protegerse; cuidarse unos a otros.

La vida en comunidades de personas que residen en edificios y conjuntos residenciales, comporta una serie de derechos y deberes, los cuales están reflejados, en Venezuela, en la Ley de Propiedad Horizontal - LPH (Gaceta Oficial Nº 3.241, Extraordinario, del jueves 18 de Agosto de 1.983). Destacan, a la luz de esta legislación, tres (3) figuras centrales. En primer lugar, lo que pudiera llamarse el poder originario o de máxima autoridad como lo es la comunidad de vecinos, comunidad de propietarios, formalmente conocida como Asamblea de Propietarios. En segundo lugar, un órgano representativo de la comunidad de propietrios, conocido como Junta de Propietarios o Junta de Condominio, la cual es elegida por los propios propietarios para que representen y defiendan sus derechos e intereses. En tercer lugar, el Administrador, el cual es elegido por la comunidad o Asamblea de Propietarios, y es la figura operativa en la conducción y el quehacer diario del edificio o conjunto residencial, y en cuyos hombros descansa la responsabilidad del funcionamiento del inmueble o inmuebles encomendados.

La función del administrador, como trabajo que realmente es, debe ser remunerada, así esta persona resida en el edificio o conjunto de edificios que va a administrar, salvo que éste decida ejecutar este actividad ad honorem. Por el contrario, a la Junta de Condominio no se le establece remuneración alguna, por lo cual el trabajo de este grupo de personas merece respeto y consideración, respaldo y colaboración de parte de los propietarios. Sin embargo, sería importante considerar algún tipo de remuneración para estas personas que sacrifican su tiempo y su dignidad (a veces se les falta el respeto), por velar por las cosas comunes. En algunas residencias se les exonera del pago de condominio, lo cual lo tienen bien ganado.

La Junta de Condominio debe tomar decisiones en los asuntos de la comunidad de propietarios. Su constitución y funcionamiento revisten carácter de obligatoriedad en los regímenes de propiedad horizontal. La elección de la junta está prevista en el artículo 18 de la Ley de Propiedad Horizontal, donde se señala que este órgano comunal deberá estar integrado por tres (3) propietarios, como mínimo, y tres (3) suplentes que llenarán sus faltas. La misma la elegirá la comunidad de propietarios, y ellos (la Junta) deben elegir un presidente. Esta junta durará un (1) año ejerciendo sus funciones, y podrán ser reelectos. En el mismo artículo 18 se definen sus atribuciones.

Tanto la Junta de Condominio como el Administrador deben trabajar en conjunto. La primera debe velar por el cuidado de las áreas comunes del edificio o conjunto residencial, y supervisar las actuaciones del Administrador. Este último debe centrarse en la gestión de los recursos, como la facturación mensual de los gastos comunes, la cobranza de los recibos, la compra de bienes y servicios, el pago a proveedores, llevar la contabilidad de manera clara, precisa y transparente, el manejo del Fondo de Reserva, las prestaciones sociales de los trabajadores, y demás tareas y responsabilidades previstas en el artículo 20 de la Ley.

Otra figura fundamental en el día a día de la convivencia vecinal, bajo el régimen de Propiedad Horizontal (PH), como auxilio de las tres (3) figuras mencionadas anteriormente, y fundamental en todo edificio o conjunto residencal, es el Conserje (sea hombre o mujer), quien tiene a su cargo la limpieza y custodia del o los inmuebles bajo el régimen señalado. Sus atribuciones, derechos y deberes, están contemplados en la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), en los artículos que van del 282 al 290.

Cada condominio tiene sus propias necesidades, las cuales deben jerarquizarse para el mejor aprovechamiento de los recursos a aplicar. Esta es la labor del Administrador. Es de fundamental importancia que cada propietario cumpla con su responsabilidad de contribuir con las cosas o gastos comunes (pagar el recibo de condominio); acción esta que define la vida, conservación y mantenimiento del edificio, las viviendas o conjuntos residenciales.

Cuando un propietario incumple con sus obligaciones condominiales, y se convierte en moroso (deudor de dos (2) o más recibos o cuotas de condominio), se torna en contribuyente o colaborador del deterioro del edificio o conjunto residencial, y tanto la junta de condominio, como el administrador, deben evitar a tiempo que este cáncer se extienda al resto de los propietarios.