miércoles, 5 de mayo de 2010

Condominios Seguros - Seguridad en los Condominios y Seguridad Personal



Aunque hablar de Seguridad (o Inseguridad) personal es un tema harto conocido por todos los que habitamos este hermoso país, no dejamos de escandalizarnos por las altas tasas de criminalidad que semanalmente informan los medios masivos de comunicación, y de otro tanto que nos enteramos a través de los comentarios que hace el común de las personas con las que a diario interactuamos. Lo asombroso es ver cómo avanza día a día este terrible flagelo de la delincuencia, que como un monstruo devorador va consumiendo la vida de muchos venezolanos productivos para el país.

Hoy día la delincuencia es un factor desencadenante de stress en un altísimo porcentaje de personas, provocando síntomas de ansiedad, angustia, depresión, y algunas neurosis, como la paranoide. No es para menos, si bien hace 25, 30 o 40 años atrás los venezolanos no imaginábamos atravesar por situaciones que este tremebundo mal nos hace padecer en la actualidad.

También es conocido por todos la escasa población policial, en comparación con el ejercito conformado por las fuerzas delictivas, considerando, no obstante, el hecho de que existen funcionarios policiales que han sido contagiados por este cáncer social llamado delincuencia. Aún así, y actuando en el deber ser, se debe mantener la actitud de Denunciar; sí, ante las infracciones de las leyes, y las comisiones de delitos, hay que Denunciar.

Por otra parte, tenemos un débil sistema judicial y unas normas jurídicas que dan a entender que todo está a favor del delincuente, y en contra del ciudadano común y corriente, trabajador, y familiar. Este es el caso del Código Orgánico Procesal Penal (COPP). A juzgar por el clamor del colectivo, es tácito el hecho de que esta norma debe ser reformada sustancialmente, de tal manera que se cumpla el deber ser; es decir, se castigue el delito y el delincuente, y se proteja a la ciudadanía.

Mientras no se produzca la reforma profunda y concienzuda del COPP, se depuren algunas gendarmerías, y aumente la población policial, es por demás sano que la ciudadanía adopte algunas medidas orientadas a la Prevención del Delito, para proteger sus bienes y salvaguardar sus vidas.

Medidas de Prevención
Los edificios, conjuntos residenciales o conjuntos de viviendas, no escapan del hecho delictivo; por lo tanto, como primer paso, es fundamental que los vecinos se conozcan e interactúen (se acerquen más), aumentando el nivel de confianza y comunicación, para que puedan cuidarse entre sí. De más está decir que no se debe abrir la puerta del apartamento o casa, a extraños; si es posible, responderles o atenderles del lado de adentro, pero sin abrir la puerta. Esto parece exagerado, pero se debe recibir personas que previamente hayan confirmado su visita, o servicios que previamente se hayan contratado.

Antes de abrir la puerta del apartamento o casa, para salir a la calle, asómese primero por el ojo mágico, para cerciorarse de que no haya extraños en el pasillo. Aunque parezca tedioso, es mejor hacer esto que llevarse una sorpresa al salir.

Recuerde que la observación y el fijarse en los detalles son herramientas aliadas en la prevención del delito. Si tiene que dirigirse al estacionamiento del edificio, esté muy atento(a) a los elementos del entorno; observe bien antes de abordar su vehículo, procure darle una mirada rápida al automóvil; si todo está bien, súbase, enciéndalo y salga a su destino. Esté muy alerta al acercarse a la salida o puerta del estacionamiento; fíjese que no estén allí individuos extraños o sospechosos; si algo le parece raro, devuélvase y avise a la policía. Es mejor pedir perdón, que pasar el peor momento de su vida. Si todo está bien, una vez haya salido, manténgase alerta mediante la observación, y siga su camino.

Estando en la calle, esté alerta en los semáforos; fíjese bien dónde va a estacionar; si tiene que esperar a alguien, no lo haga dentro del vehículo: no se convierte en presa fácil para el hampa. Si usted está armado, no deje el arma dentro del automóvil: no arme a los delincuentes. No permita que le pongan calcomanías que identifiquen el sitio donde usted vive, sea este una urbanización o conjunto residencial, ya que le está informando al público cuál es su lugar de residencia. Una vez realizadas sus gestiones en la calle, al regresar a su edificio, conjunto residencial o conjunto de viviendas, tome las mismas medidas que cuando salió; al ingresar al estacionamiento, observe muy bien el entorno; una vez dentro del mismo, revise bien el área, mediante la observación, si todo está normal, estacione su vehículo; si algo le parece extraño, devuélvase y avíse a la policía; no se arriesgue.

Si va a salir del edificio o conjunto residencial, a pié, tome medidas similares a las anteriores. Observe detenidamente el recorrido que realiza, para estar seguro de que puede salir sin dificultad. Una vez en la calle, observe bien el entorno y avance; no se distraiga en la calle. Si va hablar por el celular, hágalo sin distraerse; caso contrario, busque un sitio que usted considere seguro para hablar por ese medio; no camine distraído y cabizbajo leyendo o enviando mensajes, por el celular; de esta manera se hace presa fácil del hampa; busque un sitio seguro si necesita enviar o responder algún mensaje telefónico, que no pueda esperar.

Recuerde: observe y detalle. Hoy día el delincuente no tiene un aspecto determinado. El modelo de delincuente mal vestido, quedó en el pasado. Por eso es importante la observación; observar el comportamiento, las manos, los ojos, gestos, etc.. Si ve personas sospechosas, trate de mantener la distancia; evite que una persona extraña cierre el espacio entre usted y él; mantenga la distancia. Cambie de acera de ser necesario. Es un enfoque errado pensar que nunca le va a pasar a uno un hecho delictivo.

Trate de cargar dinero separado; si lo atracan, no se lo llevan todo, y usted puede movilizarse con una reserva. No se descuide. La mejor medida es actuar en forma preventiva, para evitar hechos desagradables. Si en la calle se siente perseguido, busque módulos de vigilancia o módulos policiales; en todo caso, sitios seguros. Si usted ve que la agresión es inminente, grite; no se averguence; recuerde que su vida es más importante que la pena. Grite fuego!, fuego!; o me roban!, me roban!, terremoto!, terremoto!. Deje la pena a un lado. Si el hecho delictivo es inevitable, conserve la calma, entregue lo material; primero está su vida. Tenga en cuenta que el delincuente está tan nervioso como usted; no lo provoque, mantenga la calma.

Por ello es importante que cuando esté en la calle, no cuente dinero en público; no exhiba joyas; no le suministre a desconocidos información suya: dónde vive o dónde trabaja, cuánto gasta, mucho menos las cosas que hace a diario; es decir, su rutina. La rutina debe aprender a variarla: no salir siempre a la misma hora, por la misma calle o avenida; no regresar siempre por el mismo sitio. Si tiene perros, no los saque del apartamento a las áreas comunes del edificio o conjunto residencial a la misma hora, todos los días, ni los lleve al mismo sitio. Recuerde que lo repetitivo lo aprende cualquiera que medianamente lo esté o la esté observando con frecuencia.

De regreso al edificio o conjunto residencial, debe tomar las mismas medidas que cuando salió.

Retomando el tema de la Seguridad en los Condominios, ante el fenómeno desbordado de la delincuencia, es conveniente que las juntas de condominios convoquen a alguna Asamblea (extraordinaria) de Propietarios, para definir algunas acciones a seguir para el resguardo de los residentes del edificio o conjunto residencial o de viviendas. Si es un conjunto residencial con vigilancia, es importante definirles a estos guardianes sus funciones al respecto; ellos podrán saber de custodia y seguridad, pero la junta de condominio es la que mejor conoce las necesidades de las residencias o edificio, y el entorno en general. Por ello es fundamental recalcarles a los vigilantes la importancia del control de acceso; preguntarle a los extraños a dónde van, y corroborar esta información con el propietario que se supone está esperando la visita.

Los intercomunicadores – donde los haya – deben estar en buen estado. Recuerde que los avisos a tiempo son prevención, y de eso se trata, precisamente, para evitar caer en manos del hampa. Las juntas de condominios deben procurar que los vigilantes que contraten tengan comunicación directa (vía radio o por otro medio) con los cuerpos policiales. Esto es imprescindible, ya que ante cualquier hecho que altere la tranquilidad del edificio, que se convierta en la presunción de un hecho delictivo, se debe llamar a la policía.

En aquellas residencias donde no exista vigilancia privada, es deber fundamental de las juntas de condominios que mantengan contacto con los cuerpos de seguridad, vía radio, teléfono celular, u otro medio. La colocación de cámaras de video sería de gran ayuda, en tanto en cuanto exista(n) la(s) persona(s) que se encargue(n) de revisar estas grabaciones. Esto ya es un asunto particular de una u otra junta de condominio que así lo decida.

Un sistema de comunicación intravecinal, ante la sospecha de algún hecho delictivo, puede ser a través de toquidos o golpes en las paredes, techos o pisos, que alerte a los vecinos; el uso del pito también puede ser un alerta. Por eso es fundamental que los residentes mantengan una buena comunicación.

La actuación del Conserje, en cuanto a prevención se refiere, es de suma importancia; si bien, una de sus funciones principales, de acuerdo con el artículo 282 de la Ley Orgánica del Trabajo, se orienta hacia la custodia del inmueble, su observancia del acontecer diario en el condominio, genera información útil para tomar las medidas preventivas ante posibles hechos delictivos, ya que este(a) trabajador(a) puede reconocer y alertar a la comunidad acerca de la presencia de sujetos desconocidos, o situaciones fuera de orden en las áreas comunes como pasillos, estacionamientos, jardines, etc.. Recuerde: llame a la policía ante situaciones extrañas en su comunidad.

La comunidad de propietarios es una sola. Cualquier irregularidad que note algún vecino, debe alertar al resto de los residentes e informar al servicio de vigilancia (si lo hubiere). No espere a que se complique la situación, llame de inmediato a la policía. No olvide tener a mano los números telefónicos de los cuerpos de seguridad de su localidad.

Tenga en cuenta la siguiente relación:

Delito = 90% Prevención; 5% Reacción; 5% suerte